Documentación fotogramétrica del Castillo de Morón de la Frontera como paso previo a la intervención arquitectónica

Abstract

Por su propia función defensiva, los castillos y construcciones fortificadas medievales ocuparon a menudo emplazamientos elevados y entornos agrestes, con objeto de facilitar protección frente al agresor. Sin embargo, este mismo hecho plantea un reto para su documentación gráfica, ofreciendo en ocasiones serias dificultades para poder llevarla a cabo. A esto se suma a menudo la presencia de vegetación de porte arbóreo y otros obstáculos, tales como antenas y estructuras contemporáneas de diversa envergadura que entorpecen la visión y el acceso a las estructuras a representar. El Castillo de Morón de la Frontera ha quedado abrazado por el crecimiento de la población. Presenta la ventaja de encontrarse en un cerro amesetado con suaves pendientes, que hoy se presenta aislado, al haberse demolido en décadas precedentes el caserío que constituía el barrio conocido como “Los Castilleros”, cuyas casas bajas, de una o dos plantas a lo sumo, se adosaron a los zócalos de algunas murallas y de la Torre del Homenaje. Paradójicamente, esta actuación repristinadora supuso la pérdida de este otro patrimonio etnográfico, en aras de la preservación de las estructuras más monumentales del castillo, y el único registro gráfico que nos ha llegado son un puñado de fotografías pintorescas. Sin embargo, tras este controvertido proceso, en el entorno protegido del castillo han surgido otros elementos que siguen condicionando la imagen de este bien patrimonial, dificultando la correcta documentación de los procesos históricos que se han dado en él. El pinar plantado en las laderas, que también se ha visto afectado por el fuego, la construcción de infraestructuras de almacenamiento y distribución de aguas en el interior y en las laderas del recinto, así como la instalación de estructuras verticales asociadas a las comunicaciones, no sólo han modificado el paisaje y la percepción de este entorno, sino que también comprometen la correcta documentación gráfica de todo el complejo si sólo se usan métodos clásicos de fotogrametría, técnica que permite obtener datos reales de las dimensiones del espacio y de los objetos haciendo uso de fotografías. En este trabajo se exponen los procesos llevados a cabo para realizar las planimetrías actuales del castillo, que están sirviendo de base para las investigaciones multidisciplinares que se están llevando a cabo, y que permitirán poder intervenir en un futuro siguiendo criterios científicamente contrastados.