El Patriarca sobre el memorial de fray Ambrosio Oconor, Procurador General de los reinos de Irlanda, de la orden de Santo Domingo, solicitando limosna para doña Juana María de la Cruz Meagher, novicia dominica expulsa de Irlanda.

Abstract

Consulta del Patriarca de las Indias a Carlos II en relación con el memorial presentado por fray Ambrosio Oconor, Procurador General de los reinos de Inglaterra e Irlanda, de la orden de Santo Domingo, en que refería la penosa situación de los religiosos y religiosas católicos en estos reinos tras la expulsión general, la mayor parte de los cuales han llegado a España. Una de las expulsas fue doña Juana María de la Cruz Meagher, irlandesa novicia de la orden de Santo Domingo, que llegó a Bilbao, siendo admitida en el convento de la Encarnación de dicha orden con condición de que buscase medios para su profesión o solicitase la merced de 50 ducados para sus alimentos, lo que pidió al rey. El Patriarca informa a Carlos II de que Felipe IV, entre las obras pías que fundó y corren por mano del Patriarca está la de acoger a todas las religiosas despojadas por los herejes, para lo que aseguró el rey un juro de 7.000 maravedís que hoy está reducido a la mitad, repartiendo esta cantidad a razón de 50 ducados a cada religiosa para sus alimentos. El Patriarca es de la opinión de que se libren los 50 ducados a la novicia con calidad de que no pueda empezarlos a gozar el convento hasta que doña Juana profese. Respuesta favorable del rey al margen.