Los neandertales del Sidrón (Asturias)

Abstract

El pasado 3 de octubre se hizo pública la concesión del premio Nobel de Medicina o Fisiología de 2022 al investigador sueco Svante Pääbo, director del Instituto de Antropología Evolutiva del Max Planck (Alemania). La noticia fue muy bien recibida en el ámbito de las ciencias de la Prehistoria, especialmente entre los que nos hemos dedicado al estudio de la evolución humana, Y uno puede preguntarse: qué tiene que ver la concesión de un premio Nobel con el estudio de los neandertales. Y más aún, qué tiene que ver la concesión del más prestigioso galardón con unos fósiles encontrados en la cueva asturiana de El Sidrón, ubicada en las estribaciones del bonito macizo montañoso del Sueve. Aunque gratamente sorprendente, la relación no es difícil de entender. Se trata simplemente de conjugar el prefijo "paleo" (que nos remite a la vida en el pasado) con la neopalabra "genómica" (la ciencia que estudia los genomas: es decir, el conjunto de las secuencias genéticas encapsuladas en los cromosomas de los organismos). Svante Pääbo es el fundador de las paleogenómica o disciplina que estudia el genoma de organismos del pasado. Y con ello, sus investigaciones han demostrado la hibridación genérica entre especies humanas y han abierto la puerta a conocer el efecto que esa transferencia de genes ejerce sobre nuestra salud y fisiología. Y en todo ese proceso científico, los fósiles neandertales de El Sidrón han jugado un papel capital.