Las publicaciones científicas como vía preferente de transmisión y conocimiento de los resultados de la actividad científica.

Abstract

--- Desde la Revolución Científica del s. XVII la COMUNICACIÓN se convierte en el principal rasgo de la ciencia y las ideas en hipótesis que hay que someter a verificación y a discusión con el resto de los investigadores. Se deben dar a conocer los resultados de las investigaciones y esto requiere un vehículo de comunicación más ágil que el libro, que prevalecía como protagonista desde el medievo. Aparecen por ello nuevas tipologías de publicaciones, las PUBLICACIONES CIENTÍFICAS. Pero sobre todo aparece la revista científica, principal medio de comunicación todavía en la ciencia actual, como vehículo idóneo para transmitir rápidamente nuevos conocimientos.

Paulatinamente la investigación científica comienza a entenderse como actividad propia e innata de la condición humana. El ser humano es consciente de los avances que experimenta en el conocimiento y también de los retrocesos posibles. Esta actividad investigadora se hace mediante la búsqueda desde los vestigios o huellas que otros científicos han ido dejando en forma de fuentes documentales: las PUBLICACIONES CIENTÍFICAS. Éstas permiten considerar la CIENCIA como sucesión acumulativa de conocimientos (el autor pasa así a ser deudor de científicos que le han precedido). En esa cadena transmisora de resultados unas ideas van enriqueciendo o eliminando a otras en el concreto sector de conocimiento en que operan determinadas investigaciones.

La METODOLOGÍA DE LA TRANSMISIÓN DE LOS RESULTADOS pasa a ser parte prioritaria de la general del trabajo del investigador que busca acciones destinadas a lograr adecuadamente la comunicación de las conclusiones y la eficacia de su transferencia a la COMUNIDAD CIENTÍFICA Y SOCIAL. Toda información científica produce un nuevo estado de conocimiento en el receptor. Deesta forma las PUBLICACIONES CIENTÍFICAS no sólo actualizan la información sino que, además se convierten en fuente actual, vigente y verdaderamente contrastada que hace posible la creación de nuevo conocimiento en ciencia o la acertada toma dedecisiones en política científica.

--- El SISTEMA DE COMUNICACIÓN CIENTÍFICA FORMAL que se fue consolidando desde la aparición de las PUBLICACIONES CIENTÍFICAS, con claro protagonismo de las REVISTAS, ha funcionado tradicionalmente, a grandes rasgos, con el siguiente esquema:

1) Un investigador o grupo de investigadores, de una o varias instituciones, realizan un trabajo científico con objeto de difundirlo a través de una publicación determinada, ajustada a su especialización, buscando así mérito intelectual y divulgación entre la comunidad científica.

2) Siguiendo las normas de presentación de originales para publicación de la misma, envían su trabajo, al tiempo que firman un contrato con el editor en virtud del cual renuncian a derechos de copia sobre el trabajo si resulta publicado. Los editores, en esas citadas normas, protegen su revista de problemas por propiedad intelectual, exigiendo trabajos no publicados y en el caso de varios autores la firma de todos.

3) Reconocidos especialistas en la materia tratada por la revista realizan una evaluación de los trabajos recibidos (es la REVISIÓN POR EXPERTOS O PARES –“peer review”-), que en ocasiones (caso de prestigiosas revistas científicas) supone la publicación de sólo un pequeño porcentaje del total. El resto permanece fuera de la difusión del conocimiento, por baja calidad o falta de adecuación a la temática de la publicación. Así una de las motivaciones más fuertes de los científicos es publicar, ya que éste es el indicador principal por el que se les va a valorar. Presiones que son “sociales”, y por tanto ajenas a las necesidades internas de la ciencia, actúan modelando pautas de comportamiento de los científi cos y de la información científi ca en el sistema formaltradicional de su comunicación.

Aparecen los INDICES DE CITAS para medir la producción de los autores y el FACTOR DE IMPACTO para establecer el “ranking” de mejores revistas a publicar (y de que informarse) como aplicación bibliométrica del ISI (Institute of Scientific Information).

--- Desde los años 80-90 del s. XX se habla de crisis de las revistas tradicionales: elevados precios y gran demora en la fecha de publicación. En esos años, además se pasa del átomo de papel al bit electrónico, del soporte analógico al digital. Las nuevas tecnologías aceleran más si cabe la difusión de la información científica, estimulando los cambios continuos. A partir del nacimiento de Internet, y sobre todo la www en 1995, la edición científica de revistas se ve marcada. Se modifican las formas de acceder a la información:

• Cada vez son más los títulos que se publican en este medio: se generaliza la REVISTA ELECTRÓNICA, dándose como nuevo fenómeno su desagregación (es el ARTÍCULO CIENTÍFICO el que circula en el nuevo entorno digital, independientemente de la revista que lo contiene).

• Además Internet está cambiando los patrones de comunicación entre los científicos e investigadores, así como su estilo de trabajo:

• Los propios científicos establecen medios propios y directos (por ej: “preprints” digitales alojados en servidores de fácil acceso).

• La aparición de nuevas formas de transmisión de contenidos (con nuevos formatos y estándares) posibilitan mayor rapidez de producción y distribución, menores costes, mayor capacidad multimedia, mayor interacción autor-lector.

A comienzos ya de nuestro s. XXI aparecen interesantes movimientos alternativos, al margen de los canales de comunicación formal, patrimonio de las editoriales. Algunos ejemplos:

• El Proyecto de la Biblioteca Pública de la Ciencia (“Public Library of Science” o PLoS, 2001).

• Open Access Initiative (OAI, 2002).

Gestionar e integrar la enorme cantidad de información publicada en la SOCIEDAD DE LA INFORMACIÓN es el objetivo hoy día de toda comunidad científica para mantener intacta la cadena de adquisición de nuevo conocimiento. El reto pasa a ser discernir de entre toda la información producida, inmanejable, aquella relevante que sirva para garantizar la competitividad.