Relaciones entre fertilidad del suelo con la riqueza, endemismo, diversidad y equitatividad de los bosques de la península de Tingitana (Marruecos)

Abstract

La diversidad biológica terrestre es el resultado de la energía solar capturada por las plantas que crecen en el suelo (Huston, 1993). El suelo posee una organización dinámica. Así las diferentes propiedades físicas y químicas del mismo están influenciadas por la flora y fauna que en el habitan y, recíprocamente, las actividades de estos organismos están frecuentemente reguladas por la organización de los materiales que lo constituyen. Es interesante notar que la actividad biológica en el suelo es influenciada por la acidificación del suelo y el contenido de nutrientes. Los procesos de "meteorización" y de "pedogénesis" son los responsables de crear un banco de nutrientes en forma asimilable, posibilitando así el funciomamiento de los ecosistemas y la acumulación de materia orgánica, ya que en los ecosistemas terrestres la principal forma en que se encuentran los nutrientes minerales es integrando la materia orgánica viva o muerta. Las poblaciones y actividades de la biota del suelo es mayor en suelos alcalinos ricos en nutrientes que en suelos ácidos pobres en nutrientes. Además los requerimientos normales de un nutriente varían con el nutriente en sí, con la especie y con las condiciones del ambiente en el cual se desarrollan las plantas. La principal reserva de nutrientes escasos como el nitrógeno y el fósforo la constituye la biomasa de la vegetación. Dado que la retención de elementos ligados a la materia orgánica es más fácil de asegurar que la retención de iones en el suelo, esta acumulación en la biomasa ya puede interpretarse como una primera respuesta adaptativa: el banco de nutrientes está directamente controlado por procesos fisiológicos (Sarmiento, 1984).