Por favor, use este identificador para citar o enlazar a este item: http://hdl.handle.net/10261/208918
COMPARTIR / EXPORTAR:
logo share SHARE BASE
Visualizar otros formatos: MARC | Dublin Core | RDF | ORE | MODS | METS | DIDL | DATACITE

Invitar a revisión por pares abierta
Título

Estrategias dietéticas para modular la microbiota intestinal: probióticos y prebióticos

AutorRuas-Madiedo, Patricia CSIC ORCID
Palabras claveMicrobiota
Probióticos
Prebióticos
Fecha de publicación24-jun-2019
CitaciónXVIII Congreso Nacional de Biotecnología y Bioingienería (2019)
ResumenVivimos en un mundo poblado de microorganismos y los humanos hemos establecido una relación de simbiosis con los mismos, es decir, al menos uno de los dos se ve beneficiado por esta asociación. La simbiosis es ¿mutualista¿, cuando ambos organismos se benefician, ¿comensalista¿ si solo uno se ve beneficiado pero el otro no está perjudicado, y ¿parasitismo¿ cuando un organismo se beneficia a expensas del otro (1). La colección de microorganismos que habita un hábitat particular, por ejemplo el ser humano, se denomina colectivamente microbiota (2), y el conjunto de genes que la microbiota alberga se denomina microbioma (3). Existe una microbiota específica de cada nicho del cuerpo humano y nuestra piel y las mucosas, que tienen una apertura al exterior, están colonizados por microorganismos adaptados a estos ambientes siendo una marca de identidad específica de cada individuo. La microbiota intestinal es, como su nombre indica, la que está adaptada a vivir en distintas localizaciones del tracto gastrointestinal (TGI) estableciendo una relación mutualista o comensalista con el ser humano (1). Además, se puede establecer una ¿biogeografía¿ intestinal dado que existe un gradiente creciente, tanto en diversidad como en número de microorganismos, que persisten desde el estómago hasta el intestino grueso, donde se encuentra el ecosistema más densamente poblado de la tierra (2). Como curiosidad, según datos obtenidos por los consorcios que han venido investigando en microbiota humana, el 95% de esta comunidad microbiana está localizada en el TGI, representando un peso aproximado de 2 kg y unas 150 veces más genes que nuestros propios genes de células humanas (http://worldmicrobiomeday.com/human-microbiome). Dentro de cada individuo la microbiota intestinal cambia en las distintas etapas de la vida; la diversidad y abundancias relativas de los distintos grupos microbianos van aumentando desde el momento del nacimiento hasta los aproximadamente 3 años, para mantenerse estable en la edad adulta y comenzar a declinar en la vejez (4). De esta manera cuando tenemos una ¿población sana¿ de bacterias en nuestro intestino hablamos de un estado de ¿eubiosis¿ que nos proporciona un estado de homeostasis, o equilibrio, intestinal y, en general, una condición de salud (5). Factores externos como, por ejemplo, el tratamiento continuado con antibióticos, infecciones recurrentes o enfermedades autoinmunes (Crohn, colitis ulcerosa, lupus eritematoso sistémico, etc.), pueden alterar este equilibrio en la microbiota intestinal lo que se conoce como ¿disbiosis¿ (5, 6). Sin embargo, por el momento, se desconoce si esta alteración de la microbiota intestinal es causa o consecuencia de la enfermedad; aunque, por ejemplo, se ha descrito una disbiosis intestinal asociada a la obesidad y síndrome metabólico, que se puede modificar por la dieta (7), y se ha conseguido trasplantar el fenotipo obeso a animales de experimentación (8). Por otro lado, sabemos que el tipo de dieta tiene enorme influencia en la composición de la microbiota intestinal; en general, las dietas ricas en fibra tienden a favorecer una microbiota con mayor diversidad de bacterias y funciones genéticas (9). Además, la composición de la microbiota intestinal se puede modular a través de la dieta (10), lo cual nos abre una oportunidad de intervención con estrategias dietéticas para equilibrar la microbiota intestinal mediante, por ejemplo, el uso de probiótico y prebióticos. Los probióticos son ¿microorganismos vivos que cuando se administran en cantidades adecuadas confieren un beneficio a la salud del hospedador¿ (11), mientras que un prebiótico es ¿un sustrato que es utilizado selectivamente por microorganismos del hospedador que confieren un beneficio para la salud¿ (12). Los probióticos han sido tradicionalmente consumidos a través de productos lácteos, mientras que los prebióticos suelen consumirse como suplementos alimentarios. Son diversos los mecanismos por los que estos...
DescripciónTrabajo presentado en el XVIII Congreso Nacional de Biotecnología y Bioingienería, celebrado en León (México), del 23 al 28 de junio de 2019
URIhttp://hdl.handle.net/10261/208918
Aparece en las colecciones: (IPLA) Comunicaciones congresos




Ficheros en este ítem:
Fichero Descripción Tamaño Formato
Estrategias_dieteticas.pdf962,8 kBAdobe PDFVista previa
Visualizar/Abrir
Mostrar el registro completo

CORE Recommender

Page view(s)

1.723
checked on 17-abr-2024

Download(s)

800
checked on 17-abr-2024

Google ScholarTM

Check


NOTA: Los ítems de Digital.CSIC están protegidos por copyright, con todos los derechos reservados, a menos que se indique lo contrario.