De la expedición poética a la expedición artística: la Bienal Hispanoamericana del Caribe (La Habana, 1954)

Abstract

La instrumentalización política y diplomática de los poetas y artistas durante el franquismo fue un hecho temprano y continuado, que se analiza aquí a través de su protagonismo en los “viajes misionarios” o “expediciones artístico-culturales”. A finales de los años cuarenta del siglo XX, el régimen de Franco sufría una asfixiante situación, que venía siendo agravada por el bloqueo diplomático internacional impuesto contra él al término de la segunda guerra mundial y las escasas posibilidades que ello dejaba a sus relaciones exteriores. De ahí que, la cultura y creatividad, encauzadas por la diplomacia, emergieran como un útil instrumento para ayudar a salir del trance y remediar carencias. El marco de apoyo que se consideró más apropiado para desarrollar esta actuación diplomática y artístico-cultural, enfocada por el régimen hacia la mejora de su imagen y la conducción de sus intereses en el exterior, fue la llamada “política de la Hispanidad”. Ésta, entre sus estrategias de introducción, promovió por los países del Caribe una pionera y rehabilitadora expedición de varios poetas vinculados al régimen, realizada a caballo entre 1949 y 1950, que tenía la misión de ir abriendo una vía reparadora entre los prejuicios hispanos hacia la España franquista. De este grupo de poetas no tardaría en sobresalir el astorgano Leopoldo Panero (1909-1962), quien se convertiría en el ideólogo y Secretario General de las Bienales Hispanoamericanas de Arte, magno certamen de arte contemporáneo que recogió el testigo de la aventura poética y que en 1954 celebró su segunda edición en La Habana. Esta II Bienal, también promocionada como la Bienal del Caribe y que es en la que se centra este estudio, además de los diferentes retrasos y las enconadas oposiciones de los creadores e intelectuales antes de su inauguración, contó tras su clausura con un importante itinerario de exposiciones antológicas llevadas de forma promocional a otros países del Caribe, aunque la accidentada experiencia de su celebración sobre todo sirvió al régimen franquista como eficaz campo de experimentación y plataforma de refuerzo de su directa actuación acreditativa y propagandista en la zona.