Hacia una "cultura de los Servicios de Inteligencia"

Abstract

A los españoles nos repugna sobremanera la palabra espionaje. Nuestro temperamento no está formado para tan bajos menesteres. el espionajes, como otro lado de los Pirineos, y es una planta exótica en nuestro país. Por eso los españoles no sabremos ser jamás espías de ninguna nación, ni incluso de la nuestra, en cambio, el español habilidoso, audaz y travieso, riéndose de esta clase4 de maniobras, sin espiar a nadie, sabrá explotar la candidez de los extranjeros que creen que eso del espionajes sirve para algo más que para sostener a cuatro vivos.