Estret D’es Temps - Dunas pleistocenas y huellas de Myotragus, Mallorca (Proyecto 100Geositios)

Abstract

La cercanía de los acontecimientos que han tenido lugar durante el Cuaternario, y la escasa alteración que en general han sufrido los distintos depósitos, hacen posible conocer con razonable precisión la historia más reciente de nuestro planeta. Por todo ello, el Cuaternario es uno de los periodos geológicos más estudiado y mejor conocido en los últimos decenios. En el caso de las Baleares, donde los depósitos cuaternarios litorales muestran un amplio registro estratigráfico y fosilífero, son numerosos los estudios realizados, especialmente en el litoral meridional y oriental de la isla de Mallorca, donde estos depósitos son abundantes. El Cuaternario se caracteriza por una alternancia de episodios glaciares, de clima frío, con periodos interglaciares de clima templado o cálido. Estos cambios producen variaciones en el nivel del mar que afectan a la evolución de los sedimentos asociados a la línea de costa y su contenido faunístico fósil, y a la propia evolución de la morfología costera. Durante los periodos glaciares, en los que el clima era más frío que el actual, se producía una acumulación de hielos en los casquetes polares, lo que daba lugar a un descenso del nivel del mar. En el entorno de la isla de Mallorca, ese descenso dejaba al descubierto una parte importante de la plataforma marina, que se encontraba cubierta por sedimentos arenosos. Estos quedaban expuestos a la acción de los vientos, lo cual dio lugar al desarrollo de campos de dunas eólicas que migraban desde la plataforma hacia tierra firme. Estas arenas, formadas en su mayor parte por fragmentos de conchas y otros organismos que habitan el fondo marino, fueron consolidándose por la circulación de aguas saturadas en carbonato cálcico, dando lugar finalmente a una roca calcarenítica (arena calcárea) que se conoce con el nombre local de “marés”.