La salinización

Abstract

Las aguas naturales, tanto superficiales como profundas, llevan sales disueltas procedentes de los materiales con que han entrado en contacto. Cualquier manipulación del agua en usos domésticos, industriales, reestructuración de la red natural, trasvase entre cuencas, retención en pantanos, riego, producción de energía térmica o nuclear, etc., conlleva un aumento de su concentración salina, por evaporación de una parte de la misma (en general sin cambio apreciable en la composición iónica) o por adición de nuevos iones procedentes de los materiales que se han manipulado - con ella, algunos de los cuales pueden ser tóxicos.

En conclusión, puede afirmarse que las aguas tienden irreversiblemente a su salinización con cada nuevo ciclo de uso y vertido. Los efectos negativos de la salinidad sobre la salud y sobre los usos domésticos, industriales y agrícolas son evidentes: en diversos paises, ciertos niveles de salinidad se han correlacionado positivamente con incidencia de litiasis e hipertensión y negativamente con la incidencia de infarto de miocardio; como consecuencia de la baja calidad sé producen gastos adicionales para la adquisición de aguas de bebida, mayores cantidades de jabones, etc., así como mayores gastos de mantenimiento en las partes metálicas de las conducciones de agua. La industria precisa mayores gastos en desincrustantes y ablandantes y en el mantenimiento de las instalaciones; finalmente, la agricultura se ve afectada por los incrementos salinos de las aguas de riego a través del descenso en los rendimientos de los cultivos tradicio. nales, aumento de las necesidades de agua y/o una desviación hacia cultivGs más resistentes, generalmente menos apreciados.